Fuente: Las Provincias
La esperanza es lo último que se pierde. Y así acudieron ayer miles de profesores a la convocatoria de la Conselleria de Educación. Las esperadas oposiciones a docentes congregaron a 4.233 aspirantes en la Comunitat (1.564 en la provincia de Alicante) que se sometieron al primer examen, aunque la mayoría concienciados de las pocas probabilidades de éxito.
Con una oferta de solo 110 plazas, -de las que 80 son para Educación Primaria, 20 para Física y Química y una decena en Servicios a la Comunidad-, el pesimismo en la tónica predominante. Solo aquellos que se presentaban por primera vez iban con un poco de optimismo pensando que «por lo menos entraré en bolsa», comentaba un joven a las puertas del IES Cavanilles de Alicante, uno de los institutos que acogió la convocatoria.
Los veteranos, por contra, no lo veían tan claro. Miriam, de 29 años, y profesora de Primaria es la tercera vez que se presenta. En la primera sacó un 8,5 de nota y «ni me llamaron para hacer sustituciones». En la segunda convocatoria, después de hacer un importante desembolso en academias para prepararse -120 euros al mes, a los que hay que sumar el gasto que se realiza en el material y el desarrollo de las unidades didácticas que deben preparar ante el tribunal- obtuvo la máxima puntuación posible, un 10, que tampoco lo sirvió para lograr plaza.
Le faltaron 0,032 centésimas y no tenía puntos por experiencia. «Lo normal, al menos lo que ocurría otros años, es que con mi nota me llamasen en el mes de diciembre, pero éste no ha habido tanto movimiento y empecé a hacer una sustitución la última semana de febrero». En principio, la baja era para un mes, pero se ha alargado hasta final de curso, lo que le ha restado tiempo para prepararse estas oposiciones a la que ayer acudió «mucho más desmotivada porque hay muy pocas plazas y no tengo suficientes méritos».
Sus compañeras con las que esperaba en la puerta del instituto, a las nueva y media de la mañana, treinta minutos antes de que comenzase el examen, se encontraban en una situación similar.
Gloria también consiguió la pasada convocatoria un diez de nota, y al igual que Miriam empezó a trabajar bastante tarde, en la primera semana de marzo.
Almudena, de 23 años, lo ha pasado peor. Dos años presentándose, y en la última sacó un 9,53, por lo que solo estuvo trabajando un mes y medio en Valencia (tuvo que desplazarse desde Alicante), y una semana durante las elecciones. Así ha sido su experiencia.
Las posibilidades de 'meter cabeza' el próximo año las ven complicadas. «Estamos ya en bolsa, pero no sabemos cuándo no llamarán». La dichosa crisis y los recortes de las plantillas de docentes que se están escuchando pintan un panorama nada halagüeño y las únicas esperanzas que tienen es que «hay bastantes jubilaciones, por lo que necesitarán profesores».
Pasados ya cinco minutos de la diez de la mañana y con los nervios a flor de piel, los tribunales comenzaron a nombrar uno a uno a los aspirantes, que presentaban su DNI antes de entrar en clase. «Como salga el tema trece me levanto», comentaba un joven. «Esto es como la lotería, si sale tu número...».
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