La Consejería de Hacienda y Administración Pública ha renunciado finalmente a cambiar este año el modelo de acceso a la oferta de empleo público en la administración general. Los opositores que aspiren a una de las 500 plazas de acceso libre que se convocarán en breve --son las plazas correspondientes a la oferta de 2010-- volverán a concurrir a un concurso-oposición y no a una oposición libre, en la que solo pesará el examen, como pretendía la Junta y rechazaron los sindicatos. Eso sí, el examen supondrá el 90% de la nota (hasta ahora pesaba un 80%) y el concurso un 10% (en vez de un 20%).
Además, la asistencia a seminarios no dará puntos en la fase de concurso como hasta ahora, algo que tampoco ha gustado a los sindicatos. Sí contará la participación como ponente, además de seguir valorando los cursos (a diferencia de los seminarios, que suelen ser de 10 o 20 horas lectivas, tienen 100 o 150 y pueden ser presenciales o a distancia), la titulación, los máster oficiales y la experiencia laboral como interino en la Administración o en la empresa privada en puestos con funciones similares a las de la plaza a la que se aspira.
La consejera Carmen Martínez Aguayo anunció en febrero su intención de modificar el sistema de acceso al empleo público en la administración. Justificó el cambio en el hecho de que el concurso-oposición se creó en 2002 para favorecer a lLa Junta de os interinos, que entonces suponían el 20% de los empleados públicos. Pero esa necesidad ha desaparecido porque la tasa de temporalidad actual se sitúa en el 8%. Sin embargo, todos los sindicatos rechazaron de plano el cambio de sistema al considerar que aún no se ha bajado la interinidad lo suficiente.
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