El «efecto llamada» que se producirá de no convocar la mayoría de comunidades autónomas oposiciones este año para maestros de Primaria, Infantil y Educación Especial es «lógico» en opinión del consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica (en la foto), quien señaló que la Junta no puede convocar pruebas dependiendo de que «a un colectivo le venga mejor o peor» en referencia a los interinos, según publica el diario andaluz 'Granada Hoy'.
Álvarez de la Chica recordó que el acuerdo entre las comunidades autónomas obligaba a convocar este año estas plazas. «Más que pedir explicaciones a las que convocan, parece que hay que pedirlas a las que no lo hacen», señaló.
El consejero quiso restar importancia a este asunto vital para los aspirantes a funcionarios señalando que las comunidades que no convoquen lo harán al año siguiente mientras que Andalucía, siguiendo el acuerdo vigente, tendría que convocar plazas para Secundaria. La hoja de ruta sigue siendo sacar más de tres mil plazas: la cifra concreta se dará cuando se sepa el cupo de jubilaciones que se producirán finalmente.
Características
En paralelo, Álvarez de la Chica restó importancia a la reunión mantenida ayer por el ministro Ángel Gabilondo y los directores generales de las distintas autonomías sobre este tema e incidió en que «tenemos unas características como sistema educativo», pues «uno de cada tres alumnos nuevos» el año que viene en España será andaluz.
El consejero se encontraba en Granada para presentar al Consejo Escolar de Andalucía el enésimo conjunto de medidas de la Junta para atajar el endémico fracaso escolar. Las cifras de abandono escolar son alarmantes y hay 276.000 jóvenes andaluces de entre 18 y 24 años que no han estudiado ni estudian nada tras finalizar la educación obligatoria.
Así las cosas, la Junta pide ahora a las familias «implicación en la educación de sus hijos» para trabajar con los profesores «en equipo». Entre las medidas presentadas ayer al pleno del Consejo Escolar de Andalucía, con sede en Granada, «vamos a desplegar lo que hemos denominado el compromiso educativo y de convivencia entre las familias y el profesorado».
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